domingo, 3 de enero de 2016

EL TERCER PERÍODO INTERMEDIO EN EGIPTO

EL TERCER PERÍODO INTERMEDIO

La decadencia del Reino Nuevo y el inicio del Tercer Período Intermedio. Smendes y Pinedjem. Tebas y Tanis. Los libios. Etíopes y saítas

El Reino Nuevo se extingue con una Larga lista de reyes llamados Ramsés. Con ellos se agudizan los problemas y la situación se hace insostenible.
En primer lugar, la pérdida de poder del rey, de cuyo control escapan la administración civil y religiosa.
Otro problema importante es el sucesorio, agudizado con estos reyes ramésidas, de reinados muy cortos.
Comienza el expolio de las tumbas, pudiéndose salvar algunas momias de reyes importantes sacándolas de sus tumbas y metiéndolas en escondrijos, en los que han llegado hasta nosotros.
Durante el reinado de Ramsés XI, el Sumo Sacerdote, Herihor, se instala como gobernante en el Alto Egipto, mientras que un militar llamado Smendes, establece su gobierno en el Delta.
Herihor gobernaba desde Tebas y Smendes desde Tanis. Ambos gobiernos coexistieron pacíficamente.
A partir de este momento no existirá un Egipto Imperial, y su evolución histórica será muy diferente de otros períodos intermedios.
En un primer momento, Tebas y Tanis van a convivir sin problemas, surgiendo a continuación nuevos poderes relacionados con los libios, que habían entrado en Egipto, tomando las costumbres faraónicas y teniendo como centro principal Heracléopolis.
Al tiempo, la presencia en Nubia de los egipcios era testimonial, no realizándose expediciones, por lo que se fue forjando una dinastía que más adelante conquistaría todo Egipto.
La ciudad de Tanis se creó en tiempos ramésidas, pero fue en la época de Psusennes I cuando se construyeron templos y edificios de acuerdo con la existencia de una corte. Aquí fue donde Montet descubrió las tumbas reales con los tesoros ajuares intactos.
En esta zona siguen surgiendo poderes que intentarán con el tiempo controlar la región de Tebas o, al menos, ejercer algún tipo de influencia sobre sus instituciones.
La dinastía de Sumos Sacerdotes en Tebas tuvo como consecuencia que fuera el dios Amón el que dirigiera la política, por medio de los oráculos.
Pero, como hemos visto, la convivencia ente Tebas y Tanis fue pacífica, llegando Smendes, de Tanis, a vivir unos años en Tebas y a realizar las obras obligadas en la ciudad de Amón.
En Tebas, al morir Herihor, el cargo de Sumo Sacerdote pasó a Piankh, que reconoció a Smendes como faraón, pero que estableció una línea sucesoria de Sumos Sacerdotes, nombrando heredero suyo a su hijo, Pinedjem. Éste, al suceder a su padre, tomó titulatura real, aunque no hay constancia de conflictos con Smendes.
En Tanis, a la muerte de Smendes, le sucede Psusennes I, quien también se nombró Sumo Sacerdote de Amón.
Ésta era la situación de la XXI dinastía, recibiendo toda las atenciones Tebas y Tanis, mientras que las relaciones con el exterior eran prácticamente nulas.
Comienza la XXII dinastía con Sheshonk I, General del ejército, casado con un miembro de la familia real.
Su primera medida fue terminar con la heredabilidad del cargo de Sumo Sacerdote de Amón, imponiendo para ese cargo a un hijo del faraón. En este caso, fue su hijo, Iuput el que lo ocupó. En este reinado, Egipto retoma su actividad en el exterior, a bajo nivel.
Lo sucede su hijo, Osorkon I, que continuará la política de su padre y nombró su propio Sumo Sacerdote.
El mantenimiento del equilibrio de poderes era muy difícil, por lo que, durante el reinado de Takelot II tuvo lugar una guerra civil, produciéndose otra fragmentación del país, en la que Petubastis, príncipe de Tanis, fundó una nueva dinastía, llamándose Sheshonk III. Era la XXIII dinastía.
La dinastía XXIV surgió en torno a la ciudad de Sais. Se produjo una situación de anarquía, a la vez que en Nubia se iban poniendo las bases de la XXV dinastía.
Al final del Reino Nuevo, había desaparecido toda presencia egipcia en Nubia. El primer gobernante que conocemos es Alara, sucedido por Kashta, quien tomó la titulatura faraónica.
Durante el reinado de Piankhy, el reino nubio dominó Tebas. Se trata de una dinastía etíope, también llamada de "los faraones negros". Se tuvo que enfrentar a la dinastía saíta, que organizó una coalición de gobernantes, que fue finalmente derrotada por Piankhy. Este rey toma los modelos y costumbres de los reyes egipcios.
A pesar de que su victoria fue total, permite que algunos gobernantes gobiernen Tanis, Heracléopolis o Hermópolis, aunque sometidos a su poder.
Se produjo entonces una época de paz, y de control sobre todo el territorio. Esto hizo que Piankhy se pudiera concentrar en la construcción del templo de Gebel Barkal, como réplica del de Karnak, y se volviera a la pirámide como forma de enterramiento.
Posteriormente, Shabaka, rey de Nubia, decide intervenir en Egipto más directamente, y se trasladó a Menfis, donde inicia una gran tarea constructiva.
En este tiempo, Egipto deja de apoyar sublevaciones contra Asiria en Palestina, por lo que hay un período de tranquilidad.
En tiempos de Taharka se produce el enfrentamiento entre Egipto y Asiria, logrando Egipto la victoria en un principio, pero ganando la batalla final Asarhadon, que se establece en Menfis, nombrando pequeños reyes en el Delta. Taharka anima rebeliones contra los asirios, y Asurbánipal, sucesor de Asahardon, dirige el ejército contra Egipto haciendo huis a Taharka.
Asurbánipal solo deja en su cargo a Necao de Sais, y a su propio hijo Psamético I. Con ello, el dominio saíta es total. Al morir Necao, Psamético I es rey de Egipto.
En todo momento, todos estos reyes nubios mostraron respeto por las tradiciones faraónicas, construyendo sus templos al estilo egipcio, tanto en Egipto como en Nubia.

Marta Pérez (Akesha)



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