miércoles, 26 de febrero de 2014

CURSO DE EGIPTOLOGÍA EN MÁLAGA

El curso  "Egipto, 3000 años de Historia", impartido por Francisco Martín Valentín y Teresa Bedman, se está celebrando en Málaga, en la Térmica, durante esta semana.
Estuvimos en la primera parte, en Enero, y en esta segunda parte en Febrero.
En Marzo se celebrará la tercera parte, sobre Manifestaciones religiosas en el Antiguo Egipto, durante los dias 10 a 14 del citado mes. Más información en http://www.latermicamalaga.com/curso-de-egiptologia-3/

A continuación, imágenes de algunos momentos del curso.




El antiguo Egipto llega a Sevilla con una réplica del templo de Abu Simbel

El Pabellón de la Navegación de la isla de la Cartuja acogerá desde el 21 de diciembre la exposición "El tesoro de los faraones".

Aquí podéis ver las fotografías tomadas por uno de nuestros colaboradores.

























sábado, 15 de febrero de 2014

Descripción del relieve médico de Kom Ombo, por Marta Pérez (Akesha)

La medicina en el Antiguo Egipto, estaba muy desarrollada, aunque siempre influenciada por la religión y la magia. Los médicos, swnw, estaban especializados, conociéndose ya desde el Imperio Antiguo, la figura del dentista, por ejemplo. Aunque Herodoto afirma en sus escritos, que no había especialización médica, sino que todos los médicos sabían tratar de todo.

Como  padre de la medicina egipcia está considerado Imhotep, además arquitecto de Djoser, al que se le atribuye el Papiro Edwing Smith. Aunque el médico conocido más antiguo es Hesy-Ra, dentista y jefe de médicos.

Nos ha llegado importante información sobre las prácticas sanatorias y quirúrgicas a través de papiros, como el citado Edwing Smith (documento quirúrgico más antiguo), el de Hearst (formulario práctico de  medicina general), el Kahum (tratado de ginecología) o el Ebers (recopilación de textos médicos). Conocían unas doscientas enfermedades, y trataban muchas de ellas.

Existían tres posibles diagnósticos de las enfermedades, según el criterio médico, que eran:
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  • «Esta es una enfermedad que conozco y curaré», cuando conocían remedio para la misma.

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  • «Esta es una enfermedad que conozco y trataré», cuando aplicaban tratamiento, sin estar seguros de los resultados.

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  • «Esta es una enfermedad que no conozco y no trataré.», cuando estaban segros de que era una enfermedad incurable o terminal.

También conocemos, gracias al papiro Edwing Smith,  algunas intervenciones quirúrgicas practicadas por los antiguos egipcios, como trepanación, amputación, circuncisión, cataratas, heridas y fracturas que precisaban operaciones. Utilizaban analgésicos naturales para paliar el dolor.

Los conocimientos en medicina, además de en los papiros, también estaban representados en relieves de templos. Uno de los más importantes se encuentra en el Templo de Kom Ombo.

El Templo de Kom Ombo estaba dedicado a los dioses Sobek y Haroeris. Se trata de un templo doble, en el que todas las estancias están duplicadas, una para cada uno de los dioses, las de Sobek al sur y las de Haroeris al norte. Comenzada su construcción por Ptolomeo VI Filometor, fue ampliado en sucesivas ocasiones por otros Ptolomeos.

Tiene hermosos relieves, aunque el estado general del templo no es muy bueno. Uno de los relieves más importantes es el de los médicos, que representa material quirúrgico de la época. El relieve es del siglo II a.C.

Este relieve está dividido en cuatro registros, representando instrumental médico de la época,  alguno de los cuales muy similar a los utilizados en la actualidad. En un primer momento se utilizó, como material para fabricar instrumentos quirúrgicos, cobre endurecido, posteriormente el bronce, y después el hierro.
Descifrando el contenido de este relieve, quedaría del siguiente modo:

1º registro, en orden de izquierda a derecha:
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       Doble gancho romo
·         Forceps para huesos
·         Sierra para huesos o amputaciones
·         Sonda, utilizada para explorar cavidades o aplicarles medicamentos.
·         Sonda en horquilla, igual uso que la anterior, pero con forma distinta.
·         Catéter usado para drenar líquidos
·         Cauterio, para cicatrizar heridas y para la cauterización de quistes y tumores.
·         Sierra para cortar miembros o huesos
·         Otro cauterio para cicatrizar heridas
·         Dos espéculos trivaldos, para dilatar cavidades en intervenciones quirúrgicas.
·         Dos catéteres uretrales para explorar hombres adultos

2º registro, en orden de izquierda a derecha:
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       Pipeta aspiradora de líquidos
·         Frasco para enemas
·         Dos erinas para sujetar tejidos durante la intervención
·         Tres pipetas para aplicar ungüentos
·         Craneoclasto, utilizado para aplastar el cráneo del feto muerto en casos de abortos espontáneos
·         Fórceps para extraer piezas dentarias
·         Paleta
·         Cuchillo
·         Vasos para triturar y mezclar preparados medicamentosos

3º registro, en orden de izquierda a derecha:
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       Dos fórceps para extraer piezas dentarias, o fragmentos pequeños de huesos.
·         Tres frascos para enemas
·         Dos vasos para triturar y mezclar preparados medicamentosos
·         Otro frasco para enemas
·         Balanza para pesar los ingredientes para preparados

4º registro, en orden de izquierda a derecha:
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       Vasos para ventosas en la piel
·         Caja para guardar instrumental quirúrgico
·         Tijeras
·         Cajas de vendas
·         Esponja
·         Dos sondas de doble extremo
·         Dos escalpelos


En conclusión, el pueblo egipcio tenía conocimientos avanzados del cuerpo humano y de cómo tratar sus enfermedades. Realizaban intervenciones quirúrgicas mayores, y poseían un amplio catálogo de material quirúrgico, en algunos casos, muy similar al que disponemos actualmente. 






Marta Pérez Torres. (Akesha) 2014


miércoles, 12 de febrero de 2014

Enlace al proyecto Visir Amenhotep Huy, y más información sobre el Descubrimiento

Web de la excavación

UN GRAN DESCUBRIMIENTO PARA LA EGIPTOLOGÍA ESPAÑOLA



ARQUEOLOGÍA Los expertos creen que el hallazgo ayudará a reescribir la historia de la dinastía

Egiptólogos españoles confirman el reinado compartido entre el faraón Amenhotep IV y su padre

Vídeo sobre la misión española 'Visir Amenhotep Huy' llevada a cabo en Luxor. FRANCISCO CARRIÓN
Una misión de egiptólogos españoles ha arrancado a la antigua Tebas la clave que desentraña la primera gran trama de intriga político religiosa de la Historia, el agitado período durante el cual el Egipto de los faraones fue monoteísta.
Las inscripciones jeroglíficas halladas en cuatro columnas de la tumba del visir Amenhotep Huy confirman la hasta ahora la discutida corregencia de Amenhotep III (1387-1348 a.C.) y su hijo Amenhotep IV, el monarca que convertido en Ajenatón desterró la antigua religión e impuso el culto a una nueva deidad -el dios solar Atón- con la oposición del todopoderoso clero de Amón.

Una de las cuatro columnas halladas en la tumba del visir Amenhotep Huy 
Los relieves, partidos en pedazos y remendados, conservan unos jeroglíficos perfectamente legibles. Esculpidos en unos pilares de la capilla separados por metro y medio, fueron destruidos cuando el visir de Amenhotep III cayó en desgracia y la casa real ordenó detener la construcción de un enterramiento situado en la necrópolis de Asasif cerca del templo de Hatshepsut.
"El hallazgo demuestra que aproximadamente hacia los años 28 o 29 del reinado de Amenhotep III, su hijo subió también al trono", explica a EL MUNDO Francisco Martín Valentín, quien dirige desde 2009 la excavación junto a Teresa Bedman. La expedición, integrada por 18 españoles y 45 obreros egipcios y financiada por la fundación Gaselec de Melilla, concluyó su quinta campaña a finales de diciembre.
"Durante los años 28 y 29 se preparan las celebraciones del jubileo del año 30 y se construyen tumbas como la de nuestro visir. Todo se dispone para, celebrado el jubileo, dar el golpe revolucionario. Amenhotep III deja de ser un rey divino para convertirse en una deidad, el dios Atón viviente, hasta que muere en el año 39 de su reinado", detalla el experto. El ascenso de Amenhotep III marca el comienzo de la reforma monoteísta que su hijo completa cuando abandona la actual Luxor y levanta Tell el-Amarna, a mitad de camino de Tebas y Menfis y dedicada al nuevo culto a Atón. "Con este documento podemos desvelar el ideario político y religioso establecido por la familia real para poner en marcha la gran ruptura con Amón y el nacimiento de Amarna", apunta Martín Valentín.
El formidable descubrimiento ha sido anunciado esta semana por el ministerio de Antigüedades egipcio. En palabras del ministro Mohamed Ibrahim, se trata de "la prueba definitiva de la corregencia porque data exactamente del comienzo del primer 'Heb sed' [los fastos celebrados para la renovación de la fuerza física del faraón] de Amenhotep III". La exhumación de las preciadas inscripciones, sin embargo, sucedió el 4 de noviembre de 2013. "El mismo día que 91 años antes Howard Carter descubrió el primer escalón de la tumba de Tuntankamón", subraya Teresa Bedman. "Recuerdo que vi subir de la tumba a Francisco y al inspector sonrientes y felices. Traían algo en la mano. Cuando colocaron el objeto encima de la mesa, no daba crédito. '¿Estoy leyendo lo que creo que estoy leyendo?' pregunté. Y Francisco me dijo que sí", rememora la codirectora.

Parte de la tumba del visir Amenhotep Huy 

Reescribir la historia de la dinastía

Los cartuchos que presentan a Amenhotep IV como monarca del Alto y Bajo Egipto junto a otros idénticos de su padre, hallados en dos columnas contiguas, corroboran la tesis que Martín Valentín ha sostenido contra viento y marea durante más de tres décadas. "Fue en aquel momento cuando nos pusimos a buscar las partes que faltaban. Y salió el 'puzzle' completo", precisa Bedman.
El rompecabezas, sepultado durante varios milenios en el suelo de la capilla, alumbra una etapa plagada de enigmas y mutilada por la destrucción que infligieron Seti I y Ramsés II sobre la memoria del "faraón hereje". "Lo más importante del hallazgo no es demostrar que los dos reinaron juntos en un espacio de tiempo concreto sino sus consecuencias. Desde la década de 1920 este asunto ha dividido a la comunidad científica. Era una cuestión visceral, casi una guerra civi en el seno de la egiptología entre quienes creían o no en la corregencia larga", relata Martín Valentín, quien eligió a conciencia la tumba y extrajo toneladas de tierra guiado por la "intuición de hallar una suerte de documento notarial del que ya no pudiera haber dudas".

Vista de la excavación 
Una aventura que ha dado sus frutos. De ahí que el primer efecto del hallazgo sirva para enmendar un desagravio. "El de todos los científicos que creyendo en la corregencia larga han sufrido persecución y han sido catalogados como gente de poco rigor", confiesa el egiptólogo. No obstante, lo que verdaderamente remueve los cimientos es la necesidad de "reescribir la historia del final de la dinastía XVIII (1.450-1050 a.C.)" y modificar "centenares de libros considerados hasta la fecha clásicos e intocables". "Hay que tomar diez u once años del reinado de Amenhotep III y solaparlo con el de Ajenatón. Y eso implica empezar a explicar acontecimientos que sucedieron durante ese tiempo no como una etapa posterior sino como un período coetáneo", arguye. Un ajuste con más preguntas que respuestas: "¿Quién pudo ser el padre de Tuntakamón? ¿Cómo acabó Tell Amarna? ¿Qué relación real tuvo Ajenatón con su padre?...".
Fuente: http://www.elmundo.es/ciencia/2014/02/11/52f8d04e22601df5408b457a.html